Es una planta Epifita (del griego epi; sobre y phyton; planta) muy común en los frutales y hace referencia a cualquier planta que usa a otro vegetal creciendo sobre él usándolo de soporte, pero que no lo parasita. Como no enraízan sobre la tierra también se les llaman plantas aéreas.
La humedad del aire o de la lluvia existente sobre su anfitrión es aprovechada por las epifitas y utilizan la fotosíntesis para proveerse de energía..
Las raíces pueden desarrollarse primariamente por adhesión y las estructuras especializadas como las copas y escamas, son las que recogen y mantienen la humedad.
Las epifitas no parasitan a su anfitrión, sino que crecen independientemente obteniendo únicamente apoyo físico. La ventaja más evidente respecto a otras hierbas que crecen en la tierra es que reciben mucha luz dentro de los ecosistemas boscosos y se mantienen lejos de los herbívoros. Sin embargo como pueden desarrollarse tan apretadamente, muchas veces llegan a dañar la planta anfitriona.
Dentro de las epifitas más conocidas están: los líquenes, musgos, bromelias como la Tillandsia ( Clavel del Aire ) y los helechos, aunque se pueden encontrar en todos los grupos principales del reino vegetal. En los bosques templados lluviosos y en las selvas húmedas se dan más las acumulaciones de grandes epifitas, pero tanto musgos como líquenes se encuentran en cualquier entorno con árboles.
Más observaciones.
Absorbe agua y nutrientes del aire, pero bloquea el acceso de la planta a la luz, comprometiendo la fotosíntesis y el crecimiento de las árboles huéspedes. La infestación es mayor en especies de corteza persistente y rugosa que facilitan la adherencia de semillas y plantas. Es un problema frecuente en árboles enfermos y decrépitos, pero la presencia del clavel no es el factor condicionante de dicho estado. Si por ejemplo el árbol está muy decrépito y con una importante invasión de clavel del aire, lo más adecuado será realizar una poda sanitaria o de limpieza, para disminuir la población de clavel y mejorar el estado general del ejemplar.
El control puede hacerse por extracción manual, usando cepillos que no dañen la corteza, o pulverizando agua a alta presión.
También por pulevrización con sulfato de cobre
El clavel ataca una gran variedad de especies: cipreses, cedros, ginkgos, pinos, robles, crespones, cítricos, liquidámbar, arces, fresnos, araucarias, olmos, acacia, ligustro, lapacho, jacarandá, entre otros.
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